Un saludo nuevamente, gracias por continuar leyendo
mis comentarios, espero poder ser de utilidad y apoyarles en su toma de
decisiones.
Una vez que tenemos definidos nuestros objetivos de calidad, nuestra hoja de ruta y nuestros puntos críticos de proceso, entonces podemos dar origen a lo que es el Control de Calidad.
Se dice que orden dada no supervisada, orden olvidada o que no se puede mejorar algo que no se mide o evalúa, basándome en este conocimiento empírico que procede de la experiencia, del acontecimiento cotidiano, me gustaría hacerles notar que es muy importante evaluar, supervisar, controlar los procesos que desempeñamos en las organizaciones para que éstas funcionen adecuadamente y para que podamos mejorarlas.
Una evaluación, supervisión o control, deben realizarse sobre una base medible y sobre algo específico, por lo que para poder controlar un proceso u operación es necesario establecer las especificaciones y límites del mismo, de manera que se cuente con un parámetro de control, ya que como toda actividad humana, toda actividad está sujeta a desviaciones, las cuales entonces podrán ser evaluadas, analizadas, corregidas y por lo tanto controladas.
Existen diferentes herramientas para el control de la calidad, entre las más utilizadas se encuentran: Las hojas de control, los Histogramas, los Diagramas de Pareto, los Diagramas Causa-Efecto, los Análisis por estratificación o dispersión, etc., aunque también pueden utilizarse técnicas no cuantitativas como pueden ser: La lluvia de ideas, la Encuesta, la Entrevista, el Diagrama de Flujo, los Mapas mentales; todas estas técnicas son efectivas para el control y para la solución de problemas (acciones correctivas, preventivas y mejora continua), seguiremos platicando de ellas.
Una vez que tenemos definidos nuestros objetivos de calidad, nuestra hoja de ruta y nuestros puntos críticos de proceso, entonces podemos dar origen a lo que es el Control de Calidad.
Se dice que orden dada no supervisada, orden olvidada o que no se puede mejorar algo que no se mide o evalúa, basándome en este conocimiento empírico que procede de la experiencia, del acontecimiento cotidiano, me gustaría hacerles notar que es muy importante evaluar, supervisar, controlar los procesos que desempeñamos en las organizaciones para que éstas funcionen adecuadamente y para que podamos mejorarlas.
Una evaluación, supervisión o control, deben realizarse sobre una base medible y sobre algo específico, por lo que para poder controlar un proceso u operación es necesario establecer las especificaciones y límites del mismo, de manera que se cuente con un parámetro de control, ya que como toda actividad humana, toda actividad está sujeta a desviaciones, las cuales entonces podrán ser evaluadas, analizadas, corregidas y por lo tanto controladas.
Existen diferentes herramientas para el control de la calidad, entre las más utilizadas se encuentran: Las hojas de control, los Histogramas, los Diagramas de Pareto, los Diagramas Causa-Efecto, los Análisis por estratificación o dispersión, etc., aunque también pueden utilizarse técnicas no cuantitativas como pueden ser: La lluvia de ideas, la Encuesta, la Entrevista, el Diagrama de Flujo, los Mapas mentales; todas estas técnicas son efectivas para el control y para la solución de problemas (acciones correctivas, preventivas y mejora continua), seguiremos platicando de ellas.
Quedo a sus órdenes para apoyarles en todas éstas
definiciones.
Q.F.B. Vania B. Nava Galve – Socio Director de GEHN
México